martes, 9 de abril de 2013

GP QATAR 2013 - MotoGP

Lorenzo empieza mandando
 
 
Cada loco con su tema. Vendida –y con razón- como la temporada más apasionante de la historia de MotoGP, el 2013 empezó. 24 pilotos al máximo, cada uno con su objetivo particular. Eso sí, el que más claro lo tenía era Jorge Lorenzo. Losail es uno de sus circuitos fetiche, y quería empezar la defensa del título en lo alto. Por eso no sorprendió a nadie su gran salida, y menos el fortísimo ritmo que imprimió desde los primeros giros, poniendo tierra de por medio con Pedrosa.
Nervios y martillos
Un Dani que volvió a protagonizar su película, la guerra interna entre la velocidad y el peligroso exceso de conservadurismo del que adolece en los comienzos de temporada. Una actitud de la que se contagió Márquez, que pareció recordar que el exceso de fogosidad en su debut en Moto2 le pasó factura con varias caídas, y tras remontar en dos vueltas de la octava a la tercera posición, le dominó el respeto por su compañero, al que no le quiso meter la rueda.
Junto a ellos se fue Cal Crutchlow, el bravo piloto británico, demostrando que está dispuesto a discutir el orden establecido en MotoGP. Faltaba Valentino Rossi, que cometió un error impropio de alguien de su calibre, pero que se explica en su exceso de ganas tras dos años sin poder pelear las victorias. Se coló y perdió varias posiciones. Para cuando pudo rebasar a los pilotos que le precedían, los cuatro primeros ya se habían ido.

Sobre todo un Lorenzo que sacó a pasear el martillo hasta dejar clavada la primera victoria de la temporada. La emoción por la victoria tendría que quedar para futuras carreras, pero la lucha por la segunda plaza lo compensaba. Crutchlow miraba como Márquez esperaba detrás de Pedrosa, enseñándole de vez en cuando la rueda.
Rossi ya se había despegado del grupo, y el único que parecía poder seguirle, el alemán Stefan Bradl, se fue al suelo intentando ir más allá de los límites. Bautista quedaba peleando con las dos Ducati oficiales por ser sexto. Con Iannone noveno en tierra de nadie y Bradley Smith en el suelo en su debut, Aleix Espargaró lograba colarse delante de Ben Spies y ponerse décimo.
Doctorando al 'rookie'
Pasaban las vueltas y nada cambiaba, a excepción de un Rossi desatado que se aproximaba peligrosamente a la rueda de Crutchlow, hasta convertir el trío perseguidor en un cuarteto. Por si faltaba algún ingrediente en la lucha por la segunda plaza. Se presagiaba una lucha sin cuartel a cuatro, pero entonces pasaron muchas cosas.
A cinco del final, Marc se cansó de ver la rueda de Dani y le superó. A la vez, Rossi llegaba y rebasaba a Crutchlow, que se hizo un recto y se borró de la pelea. El siguiente en caer sería Pedrosa, que tras verse superado por Márquez y Rossi se vino abajo. La batalla era cosa de dos. Y vaya dos.
El primer hachazo de ‘Il Dottore’ no se hizo esperar. Ante cualquier otro piloto, ese adelantamiento hubiese sido definitivo, pero no con Márquez. El ‘rookie’ templó los nervios y volvió a ponerse por delante del nueve veces campeón del mundo con una pasada espectacular, aguantándole por fuera y esperando a que abriera la trayectoria para colarse por dentro. Pero Rossi llevaba mucho tiempo esperando esta carrera, y le devolvió la moneda para entrar segundo en meta.

Márquez fue tercero en su debut, con Pedrosa cuarto y Crutchlow quinto. Sexto fue Bautista, que se impuso a las cuatro Ducati, que completaron el ‘top ten’ en este orden: Dovizioso, Hayden, Iannone, Spies. El norteamericano pudo al menos superar a Aleix Espargaró, que tuvo que conformarse con ser undécimo y primero entre las CRT, el título que defiende. El otro español de la categoría, Héctor Barberá, finalizó decimotercero y tercero entre las CRT, por detrás de Aleix y su compañero Randy De Puniet.



Fuente: Eurosport

Gráfico: Paddock58

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